Tetina Calma Medela

Tetina Calma Medela

La leche materna tiene un sinfín de beneficios para el bebé, previniendo la aparición de futuras enfermedades y es muy rica en nutrientes para hacer que el bebé crezca sano y fuerte. No siempre es posible dar el pecho al niño y en algunas circunstancias las mamás debemos recurrir a extractores de leche o a leches de fórmula. El extractor permite recoger la leche materna y conservarla para poder dársela al niño en cualquier momento y por cualquier persona, de forma que su alimentación no cambia y sigue siendo totalmente natural. La tetina Calma es el sistema ideal para que el peque no pierda por completo su habilidad de succionar para alimentarse, cosa que puede suceder con otro tipo de tetinas en las que el flujo de salida es continuo, sin respetar las pausas que pueda hacer el niño ni los movimientos linguales que favorecen que la leche salga o no, tal como sucede cuando mama directamente del pezón. La tetina Calma de Medela tiene en su interior un revolucionario sistema que consigue que el flujo de salida de la leche se adapte a los movimientos de succión del bebé y no de forma continuada como la mayoría de las tetinas convencionales. Esto es especialmente beneficioso para el niño, que no pierde su reflejo de succión. Es ideal para los momentos en que hay que compaginar las tomas directamente del pecho con las tomas en biberón.

Calma es un sistema diseñado por Medela en el que el niño necesariamente tiene que succionar formando un vacío para que el líquido salga del bibe, por lo que se adapta a su ritmo y a sus pausas, de igual forma que lo haría el pezón de su mamá. Calma lo imita casi perfectamente por lo que adaptarse entre tomar pecho y tomar biberón, cuesta muchísimo menos. La transición entre ambas formas de alimentación es más rápida y fácil.  

Es probable que de primeras al niño le cueste un poco hacerse al uso de la tetina, pero no hay que alarmarse o dejar de usarla por ello. Hay que tener en cuenta que el pezón tiene olor y sabor y que la tetina no los tiene. El niño no había probad nunca otra cosa hasta el momento que no fuese el pezón de su mamá, por lo que hay que tener un poco de paciencia hasta que se acostumbre a alimentarse a través de Calma. Las primeras veces resulta efectivo que otra persona le dé el bibe, ya que el niño interioriza que esta es una nueva forma de comer y que no necesariamente sustituye a las tomas del pecho. La tetina puede mojarse con un poco de leche en la punta para estimular con ella los labios del niño y conseguir así que la acepte más fácilmente. En cualquier caso hay que dejar que sea él quien estime qué cantidad de tetina necesita introducir para succionar cómodamente, por lo que no debemos forzar a introducirla completamente desde el principio porque podríamos hacer que se atragante. 

La tetina Calma está fabricada sin Bisfenol-A (BPA) por lo que ninguna sustancia nociva podrá entrar en contacto con la leche. Consta de varias piezas interiores que consiguen crear el vacío necesario para que la leche no fluya libremente a no ser que el bebé succione. 

Cómo lavar la tetina Medela

Antes del primer uso es conveniente lavarla concienzudamente. Para ello tenemos que separar todas las partes que forman la tetina y enjuagarlas en agua fría (20^o aproximadamente). A continuación se limpian una a una todas las piezas con agua caliente jabonosa (30^o aproximadamente) y de nuevo enjuagar con agua fría durante 10-15 segundos. Por último podemos proceder a hervirlas, ya sea de forma tradicional con agua al fuego o bien utilizando las bolsitas Quick & Clean para microondas de Medela. Una vez hervidas, se retiran y se secan con un paño limpio. Si las hervimos con agua al fuego es aconsejable utilizar una pequeña cantidad de ácido cítrico para evitar que aparezca cal, no obstante hay que tener cuidado de retirarlo completamente con agua potable al enjuagarlo todo, ya que no queremos que se queden restos que puedan pasar a la leche. La limpieza tras cada uso del bibe puede hacerse a mano o en el lavavajillas, siempre que se coloquen las piezas en la bandeja superior. Si lo lavamos a mano el proceso es igual al del primer uso sin la parte del hervido, sin embargo, al menos una vez al día es conveniente hervir las piezas para evitar que los restos de suciedad se resequen y aparezcan bacterias que puedan deteriorar tanto la tetina como mermar las propiedades de la leche.