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Información esencial sobre el Porteo

Publicado el : 19/03/2020 13:06:10
Categorías : Porteo bebé

Información esencial sobre el Porteo

Qué es el porteo desde el punto de vista de la crianza.

Dentro del mundo de la crianza, el porteo significa llevar cargado a nuestro hijo, ayudados de un sistema portabebés que consigue un reparto del peso del niño y que permite que lo carguemos de forma más o menos continuada con total libertad de movimientos en nuestros brazos.

Aunque en los últimos años se ha hecho cada vez más común, se trata más bien de una práctica ancestral. La mayoría de mamíferos cargan con sus crías desde el nacimiento de éstas a pesar de que son mucho más maduras que un recién nacido humano. La mayoría de crías mamíferas pueden moverse solas a los pocos minutos de nacer y pronto siguen a su madre para obtener alimento. Un bebé humano es totalmente indefenso y vulnerable. Una vez llega al mundo vive un periodo conocido como exterogestación, unos segundos nueve meses en los que requiere de similares cuidados a los que obtenía dentro del útero de su madre, pero fuera. Principalmente son alimento, protección y contacto físico. El porteo es un método ideal para mantener ese contacto físico y poder hacerlo de forma segura y que permita al adulto continuar con sus tareas, haciendo además al bebé partícipe de su vida diaria mientras lo mantiene cerca.

Muchas culturas durante siglos no han utilizado otro método de transporte de sus hijos salvo el porteo ayudados de diferentes sistemas de telas de diversos tejidos o artilugios más o menos sofisticados, aunque la mayoría ha ido haciéndose al uso de otros métodos, digamos, de transporte. Los inventos como los carritos y las sillas de paseo fueron relegando el porteo a un segundo plano en muchas partes del mundo, si bien en algunas zonas geográficas cargar con los hijos de una u otra forma ha seguido siendo la principal forma de transportarlos.

Hoy en día, el porteo no sólo está asociado al hecho de trasladar al niño de un lugar a otro sino que también está considerado una de las principales prácticas relacionadas con la crianza con apego y natural. Este tipo de crianza está basada en la teoría del apego y promueve el contacto físico con el niño desde su nacimiento y durante sus primeros años de vida. El porteo o babywearing es una de las principales formas de estrechar el vínculo del niño con sus padres. Este vínculo es mucho más fuerte entre una madre y su bebé debido a que surge ya durante el embarazo y el porteo permite su desarrollo posterior al nacimiento así como hacerlo extensible además al padre gracias precisamente al contacto físico continuado.

Por qué portear.

El porteo resulta muy favorable para el bebé, tanto para su desarrollo físico como emocional, así como lo es para sus padres. Entre los principales beneficios de portear de forma ergonómica a nuestro hijo podemos encontrar los siguientes:

-        Fortalece el vínculo entre el niño y sus padres o cuidadores reforzando el apego seguro. Es capaz de afianzar la sensación de seguridad en uno mismo en el caso de los padres ya que aprenden más rápidamente a reconocer y controlar las señales de su hijo.

-        Aporta sensación de seguridad al niño. Tras el alumbramiento, el pequeño es capaz de reconocer a su madre y la siente como si fuera su hogar, su lugar de protección. Junto a ella se siente resguardado y a medida que pasa el tiempo esta sensación de seguridad se amplía en contacto con el resto de sus cuidadores habituales.

-        Aporta tranquilidad al niño. El contacto físico y la sensación de seguridad hacen que el niño esté más relajado ya que sufre menos episodios de estrés. Al estar cerca del adulto, éste puede responder mucho antes ante cualquier situación que resulte estresante para el niño.

-        Menos llantos por cuestiones controlables. Al estar tan cerca, el porteador puede advertir más rápidamente que algo no está bien o que algo molesta al niño y proporcionarle aquello que necesita en menos tiempo, por lo que se evitan muchas situaciones de llanto desconsolado.

-        Mejora el sueño. Conciliar el sueño le resulta más fácil al estar el bebé más sosegado y sufrir menos episodios de llantos.

-        El estado físico del niño mejora. El contacto, sobre todo con su madre, hace que se cree un estado de termorregulación que equilibra la temperatura del bebé, que a su vez no incurre en un excesivo gasto de energía. Además ayuda a controlar los reflujos y regurgitaciones al estar erguido. Los gases se expulsan mejor al estar en esa posición y también favorece que la digestión y la expulsión de heces no se ralentice en exceso. El porteo ergonómico ayuda a la eliminación de los cólicos del lactante.

-        La lactancia mejora porque las tomas son más continuadas y más prolongadas. Al estar en contacto tan directo, se activan las hormonas que favorecen la lactancia, como son la oxitocina y la prolactina. Además el bebé desarrolla su sentido del olfato ya desde el útero, familiarizándose con el olor del líquido amniótico al alimentarse con él. El olor de la leche materna será posteriormente muy similar al del líquido amniótico y de esta manera el bebé sigue alimentándose estando fuera del útero tal como lo hacía dentro, a demanda, pero por medio de la lactancia.

-        El apego seguro del niño se ve potenciado gracias al contacto de manera que su desarrollo físico y emocional se fortalecen desde los primeros días de vida. Estas sensaciones de seguridad, aceptación, consuelo y contacto son la base sobre la que se construirá un adulto independiente, con mejor autoestima y más seguro.

-        Bebé y porteador ganan fortaleza física. El bebé empieza mucho antes a desarrollar tono muscular en el cuello al ir erguido y esta posición favorece que sea más despierto y participativo de la vida de sus padres. Asimismo, éstos también mejoran su fortaleza física en el caso de no padecer ninguna dolencia de espalda ya que la musculatura se va desarrollando paulatinamente, de forma gradual, al ritmo en que crece el niño y aumenta de peso.

Porteo ergonómico y no ergonómico.

               Existen múltiples formas de portear a los hijos aunque es necesario hacer una distinción entre el porteo ergonómico y el no ergonómico. No todas las formas de cargar a los niños respetan su postura natural y permiten un correcto desarrollo psicomotor adaptándose a su crecimiento. El porteo ergonómico es el que consigue respetar todo ello y resultar además cómodo y seguro también para el adulto porteador. Portear a un hijo con un sistema ergonómico evitará tanto que tanto él como el adulto puedan padecer dolencias debido en el caso del niño a obligarle a estar demasiado tiempo en una postura forzada y antinatural y en el caso del padre o madre a sobrecargas por un mal reparto del peso. La ergonomía durante el porteo es sumamente importante para que pueda resultar confortable y sobre todo seguro.

               Una dolencia común que suele asociarse a un porteo no ergonómico es la displasia de cadera en bebés. Hay que aclarar que el porteo no ergonómico no es causa directa de este problema, pero sí puede agravarlo. La displasia o luxación de cadera es una malformación congénita, es decir que nace con el bebé y puede ser o no hereditaria, por lo que nunca el porteo aun siendo no ergonómico puede ser causa directa de esta dolencia.  La displasia supone que la cabeza del fémur, la parte superior del muslo, no encaja perfectamente en el acetábulo, es decir, la cavidad de la pelvis donde debería acoplarse naturalmente y, por tanto, la rotación es incorrecta. Sí hay evidencias de que el porteo ergonómico ayuda a que ese juego óseo pueda adquirir poco a poco una rotación correcta ya que la posición del bebé en un portabebés que respeta su posición favorece que ambos huesos se acoplen. Así es que en casos graves de displasia los bebés diagnosticados suelen ser tratados mediante el uso de un arnés que fuerza esa posición de ranita natural del niño, en la que la línea que generan las rodillas queda por encima de la base de sus nalgas, formando una M.

Posición adecuada para evitar displasia de cadera, Japón

               Esta posición es la que respeta el porteo ergonómico además de permitir que la columna vertebral del bebé vaya ligeramente curvada. La columna de un adulto vista de perfil dibuja una S estirada y presenta por tanto 4 curvas, la cervical, la torácica, la lumbar y la sacra. La cervical y la lumbar curvan en el mismo sentido y al contrario de la torácica y la sacra para formar esa S. La de un bebé recién nacido está en cifosis total, es decir, presenta una curvatura casi completa en forma de C y a medida que va creciendo y desarrollándose se va estirando poco a poco hasta acabar formando la S estirada de la columna adulta. El porteo ergonómico es aquel en el que el portabebés se adapta a la espalda del niño y no al contrario, de forma que respeta la curvatura natural de su columna  vertebral.

               Para lograr que esto sea posible, el porteo siempre ha de ser con el bebé mirando hacia el adulto, sea cual sea la posición de carga. Esta es la manera en la que el portabebés utilizado pueda adaptarse al contorno natural curvo de la espalda y no forzar su postura. El porteo no ergonómico permite que el niño vaya en sentido contrario, viendo hacia el frente del adulto, con lo que además de llevar una posición antinatural, corre el riesgo de ir colgado de la parte genital y no sentado correctamente. Además de por una cuestión postural, que el niño vaya viendo al porteador está relacionado con evitar una sobreestimulación ya que en el momento en que se cansa de participar tan activamente de la vida del adulto, puede recogerse sobre su pecho y desconectar. Por otro lado, la carga del peso del niño es mucho más estable de esta forma que cuando va mirando al frente, ya que el adulto puede controlar más fácilmente el punto de equilibrio

Formas de portear.

               En cuanto a la posición de carga del niño durante el porteo, existen principalmente 3 posiciones que dependiendo del sistema que se utilice podrán ser empleados o no:

-        Al frente: La posición principal que cualquier portabebés ergonómico debe propiciar es el porteo al frente, donde el bebé queda entre el pecho de la madre o padre y la cintura o cadera de éste colocado en posición de ranita y sentado mirando hacia el adulto. Esta posición está indicada para bebés y niños de todas las edades comprendidas entre los 0 meses y los 4 años aproximadamente, aunque también dependerá de qué tipo de portabebés se utilice y las edades para las que están recomendados. Suele ser posible con fulares elásticos o semielásticos, fulares tejidos, mochilas portabebés, bandoleras y mei tais.

-        A la espadla: Otra posición posible es el porteo a la espalda, donde el niño irá igualmente sentado en posición de piernas abiertas y flexionadas en M a la espalda del adulto y mirando hacia éste. Esta posición es indicada para niños a partir de cierta edad, desde que son capaces de sentarse solos y mantienen cuello y columna por sí mismos. También dependerá del tipo de portabebés que se utilice ya que algunos no permiten esta posición. Generalmente es posible con fulares tejidos, mochilas portabebés, bandoleras y mei tais.

-        A la cadera: En la posición a la cadera, el niño queda sentado al costado del adulto sobre su cadera aunque no apoyado en ella sino en el portabebés, que es el que soporta el peso. La posición de las piernas también es en forma de M con el peso cayendo sobre las nalgas del niño y siempre mirando al adulto. Esta posición está también indicada para niños desde que son capaces de sentarse solos y del tipo de portabebés que se utilice. Se puede utilizar esta posición con fulares tejidos, bandoleras y algunos modelos de mochilas, así como los pouch o los ayudabrazos.

-        En cuna: Esta posición no es recomendada para portear, es decir, para trasladarse de un lugar a otro, pero sí hay portabebés ergonómicos que permiten adoptar esta posición para una ocasión puntual, por ejemplo para dar el pecho, si bien es muy importante que el niño no quede nunca totalmente horizontal o tan arrugado si es muy pequeño que su barbilla y su pecho se toquen impidiéndole respirar con normalidad. Se puede utilizar esta posición con bebés desde recién nacidos pero siempre bajo unas condiciones concretas y controlando en todo momento que la posición del niño no le impide respirar correctamente. Suele ser útil para dar el pecho y es recomendable emplear esta posición solamente estando sentado. Es posible cargar al bebé en cuna con fulares elásticos, tejidos y bandoleras.

Posiciones de porteo

Recomendaciones para el porteo seguro.

               Para un porteo ergonómico seguro, existen algunas recomendaciones básicas que hay que tener en cuenta para que ni porteador ni bebé corran riesgo alguno.

-        Niño mirando SIEMPRE hacia el adulto.

-        Especialmente cuando es muy pequeño, colocación del niño en posición de ranita o M, con las piernas elevadas sobre la base de las nalgas y la cadera.

-        Espalda ligeramente curvada, más cuanto más pequeño es. A medida que el niño crece, la curvatura es menos pronunciada.

-        Vías respiratorias del niño completamente libres, evitando que su mentón toque su pecho.

-        Elegir un sistema portabebé con certificados de calidad y homologado y adaptado a la talla del niño o bien evolutivo que permita un ajuste idóneo en cada etapa de su crecimiento.

-        El portabebés debe ser capaz de recoger su espalda sin forzar su postura y debe llegar de corva a corva (la parte trasera de las rodillas), para una correcta colocación de sus piernas.

-        Evitar realizar movimientos bruscos ni actividades que puedan comprometer la seguridad tanto del propio adulto como del niño (agacharse doblando desde la cintura en vez de hacerlo verticalmente doblando las rodillas, por ejemplo, o cualquier actividad de riesgo como podría ser cocinar con el bebé porteado al frente).

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